El balcón da al jardín de la palabra
A los senderos de piedra del silencio
A la fuente cristalina que se enciende
Por el sonoro canto de los pájaros
A la dulce y blanca savia de la higuera
A la sangre obscura de su fruto
Al ciervo sobre la nieve
A la flor temprana de la mañana
Al libro que espera como un secreto
A la herrumbre del otoño
A la luz vencida del ocaso
El balcón da al jardín de la palabra
Al árbol que crece dentro del árbol
Al fruto desconocido
Al árbol despierto
En la blanca noche del poema